Hoy se ha aprobado la LOMCE, una ley más a añadir a esa lista que promete mejorar la educación en este país y que, como sus antecesoras, probablemente sirva para bien poco y sea tan efímera como los gobiernos que padecemos.
No me voy a referir a sus defectos y virtudes (seguro que alguna tiene), pues ni la he estudiado en detalle ni considero que sea quién para hacerlo. Pero como muestra de lo que nos jugamos con nuestra actitud reticente sí quiero compartir este artículo de Miguel A. Vadillo que, junto a la descripción de unos interesantes y esclarecedores estudios, apunta certeramente en la diana de lo que un sistema educativo significa para una sociedad.
El tiempo pasa inexorablemente y menospreciamos una y otra vez la principal herramienta de que disponemos para que este mundo sea mejor algún día.
Un lugar en el viento 
Discrepo. Si eres quién para hacerlo. Eres un ciudadano libre , en un país libre, mal que les pese a algunos reaccionarios y se mofen otros ignorantes. La libertad es algo que conquistamos cada día, como el título de padres. Sólo hay que estar dispuestos a discrepar, con todo estilo, eso si.
Y no olvides que yo fui una de esas personas que caminó en un tiempo siniestro, ( por mi, por todos mis descendientes y por los nacidos en este país), caminó- repito- para que las generaciones futuras pudieran opinar libremente de lo que fuese, sin menoscabo de su propia seguridad.
Y como decía mi profesora de matemáticas : » de la discusión nace la luz «.
e inmediatamnte nos ponía a discutir sobre un problema matemático árduo,
para que nosotras mismas sacásemos las conclusiones.
Y como final: » La humanidad se hace rápidamente incapaz de concebir la diversidad cuando durante un tiempo se ha perdido la costumbre de verla. »
Como sabes su autor es: John Stuart Mill de su ensayo Sobre la libertad.
Y desde luego es mi relativa y subjetiva opinión y puede que insensata, lo cual no es tan insensato.
Un abrazo