a Raúl Gustavo Aguirre
Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.
¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas
aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.
Ciertamente no sabía de su existencia hasta la semana pasada. Por ello al ver la entrada me preguntaba: dónde he leido algo sobre ella? Y por fin lo encontré. Buscando a Garcilaso, Boscán, el cancionero de Baena y otros, en el Centro Virtual Cervantes, apareció y me entretuve un rato en su lectura.
http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/pizarnik/default.htm
Aquí está su enlace, aunque tal vez ya sea conocido.
Mis saludos de primavera